2008
Sin poema de amor, coreografía para veinte canciones desesperadas
Sin poema de amor un esperpéntico y patético espectáculo en el que veinte soledades bailan cada una de las conmovedoras historias, casi encerradas en nuestros oídos, que han ido construyendo nuestro inconsciente cultural sonoro.
Desde hace años, acompañando la alborada de la era de la información, allí han estado. Las hemos escuchado, tarareado, cantado e incluso rechazado por horteras. Las hemos odiado, utilizado, identificado, grabado y hasta bailado. “Pop media” de la industria del vinilo, del acetato, del cd, del top manta o del emule...
Sin poema de amor retrato de corazones desgarrados, dolidos, maltratados y abandonados... Pasiones desenfrenadas y desbocadas. Descarriladas.
Quien más y quien menos ha sufrido por desamor. Todos, alguna vez, hemos sido dejados o no hemos sido correspondidos. Es entonces cuando entre el llanto y el desconsuelo, entre la pena y el olvido, suena esa banda sonora original que marca el ritmo de nuestra desgracia.
2008
Coreografía para veinte canciones de amor, sin poema desesperado
Sin poema de amor un tierno y sublime espectáculo en el que veinte soledades bailan cada una de las conmovedoras historias, casi encerradas en nuestros oídos, que han ido construyendo nuestro inconsciente cultural sonoro.
Desde hace años, acompañando la alborada de la era de la información, allí han estado. Las hemos escuchado, tarareado, cantado e incluso rechazado por horteras. Las hemos odiado, utilizado, identificado, grabado y hasta bailado. “Pop media” de la industria del vinilo, del acetato, del cd, del top manta o del emule...
Sin poema de amor retrato corazones confortados, excitados, concurridos y regocijados... Pasiones desenfrenadas y desbocadas. Descarriladas.
Quien más y quien menos se ha extasiado por amor. Todos, alguna vez, hemos conocido el encanto de ser correspondidos. Es entonces cuando entre el placer y el gozo, entre la ternura y el aliento, suena esa banda sonora original que marca el ritmo de nuestra dicha inconmensurable.
2005
Manual práctico de cómo se puede jugar cuando no se tiene nada más que juegos
Juego de niños es una reflexión acerca de actos cotidianos en forma de juego, donde el patio de recreo es un descampado sembrado de minas antipersona, los escombros de una casa o una fábrica con jornadas de 10 horas y un sueldo que equivale al precio de media pelota.
Todos seguimos un juego.
Jugando todo está justificado.
Para los niños las cosas son sólo un juego.
Hay veces que el juego existe por necesidad, otras como reacción, pero en las situaciones límite se juega para negar o digerir la realidad.