Divertimento humorístico porno escénico acerca de las peripecias en las relaciones íntimas del mundo moderno.

​

Y todo comenzó en el principio de los tiempos cuando alguien mordió una manzana. Apareció ahí el primer coño que se llamó Eva, y la primera polla que era Adán, y desde ese momento, por los siglos de los siglos, los seres humanos nos hemos dedicado a follarnos los unos a los otros. No era cosa nuestra, una simple cuestión de instinto. Aún ahora, en pleno siglo XXI, supuestamente liberado de sus terribles connotaciones morales, no escapamos al ancestral dictamen... ¡reproducción!, y, aunque ya no sea del todo útil para procrear, nuestro instinto básico es seguirnos follando desesperadamente los unos con los otros. Eso sí, de una manera mucho más moderna. A fin de cuentas es una gran responsabilidad, se trata de sexo para el nuevo milenio. Los coños y las pollas de hoy día buscamos construir un coito acorde con el éxtasis de la cultura que nos tocó vivir. Con esa intención, cada uno se lo monta humildemente como puede. Tal vez el asunto sea mucho más sencillo y sólo tengamos que recordar que todo esto comenzó cuando alguien decidió morder una manzana, pero mientras tanto se abre un espacio para el divertimento físico, que aprovechamos aquí presentando estas siete historietas cómicosexuales para cuatro pollas y dos coños.